domingo, 8 de febrero de 2015

EN TRÁNSIT-O en el IVAM. Impresiones personales.


EN TRÁNSIT-O. En el IVAM. Impresiones personales.

Hasta la semana pasada no había podido visitar la primera exposición de esta nueva etapa de El IVAM.
He de admitir que esta exposición En Tránsit-o, me ha gustado. Es una exposición comisariada por José Miguel G. Cortés (el director del IVAM), y Álvaro de los Ángeles. Tiene la intención de ser algo en tránsito, como algo que inicia una nueva etapa o andadura. Tiene detalles que creo merece la pena mencionar.

“En tránsito es un mensaje que adelanta una actitud, la acotación que posibilita una acción posterior. Pero no es tanto una solución como sí un certificado que augura un cambio posible” Del texto de la exposición.

Está compuesta íntegramente por piezas pertenecientes al fondo del museo, y esto me gusta. Que los fondos puedan subir a la superficie es algo que siempre es beneficioso para todos. Algunas de estas piezas las había visto expuestas anteriormente, pero no sabía que pertenecían al museo. Para mí ha sido un descubrimiento ver que la pieza de Richard Serra era del IVAM, y me alegra verla en la explanada de la entrada.
Juan Genovés, Aproximación, 1966

Lo mismo me ha pasado con piezas de Simonds o de Cristina Iglesias, entre otros.
Charles Simonds, Houseplant nº1, 1998.

Charles Simonds, al fondo Miquel Navarro.

Por otro lado me gusta la disposición de muchas de las obras. Que la escultura de Cristina Iglesias esté cerca de la pieza de Juan Muñoz, es todo un detalle. O que la escultura de cerámica de Simonds, tenga como fondo las pinturas de Miquel Navarro, es también muy interesante.
Juan Muñóz, Al norte de la tormenta, 1986, al fondo obra de Cristina Iglesias, ST, 1991.

Hay grandes joyas del museo luciendo en esta muestra, solo mencionar lo bien que queda el trabajo de Ángeles Marco, me ha encantado, al estar cerca del ventanal de la explanada, me parece casi como una obra pública.
Ángeles Marco, detalle de Escalera mecánica, 1987.

Ángeles Marco, detalle de Escalera mecánica, 1987.

Os dejo algunas de las fotos que hice.




Recomiendo visitar la exposición y deciros que hay tiempo. No hace falta vivir estresados, se inauguró el 15 de enero, y hasta el 30 de agosto se puede disfrutar de ella. Este concepto de exposición amplia, y prolongada en el tiempo me parece también interesante. Creo que es muy importante aprovechar todos los recursos de los que ya se dispone, para utilizarlos al máximo.

En otro orden de cosas, mencionar la palabras publicadas en la presentación de esta nueva temporada, de José Miguel Cortés, “Estamos en tránsito, iniciamos una etapa diferente en el IVAM, una época abierta a nuevos paisajes, identidades, posibilidades y experiencias. Un camino en el que no sobra nadie ni en el que nadie debe quedarse excluido, un recorrido para sumar, añadir y potenciar actitudes y comportamientos críticos y no conformistas.”

Las mismas palabras del director del IVAM al inicio del seminario “¿Qué imágenes necesitamos para una época de crisis?”, del 31 de enero. Me gustaron mucho, comentó que “recuperamos este espacio para la crítica, para la investigación y para el diálogo…”

De momento solo puedo decir, que bravo. Bien por entender y hacer entender que, hacer grande un museo, no consiste en ampliarlo, dándole más metros. Sino en hacerlo más grande por dentro, ampliando las posibilidades del contenido, siendo críticos, inconformistas, y generando diálogo. Eso para mí es  intentar que crezcamos todos.

Como último detalle, decir que me alegra ver más presencia activa en las redes sociales del museo. Tanto Facebook como en Twitter, donde ahora te contestan, te ponen como favorito, etc., demuestra que ahí  detrás hay alguien, y eso se agradece.

Solo decir que me parece que de momento no tienen Instagram, y no estaría mal incorporarse a esta red social de imágenes. Otros museos lo hacen y creo que les va muy bien. Sería interesante verlos también por esos lares.

Y ya puestos, viendo la propuesta de seminarios que están planteando les sugiero otro, sobre la posible interactividad del museo de arte contemporáneo y los blogs de arte. O el museo y las redes.

Mucho ánimo en esta nueva etapa, y enhorabuena.



viernes, 6 de febrero de 2015

300 años del nacimiento del escultor Ignacio Vergara.

Portada del Palacio del Marqués de Dos Aguas, foto de 1870.




Hoy 6 de febrero de 2015, celebramos una fecha digna de ser recordada.
Hace justo 300 años nacía el escultor Ignacio Vergara Gimeno (6 de febrero de 1715-13 de abril de 1776), hijo del  escultor Francisco Vergara, el mayor.
Estuvo influido como no podía ser menos por todas las corrientes artísticas de su tiempo. Algunos dirán que pertenece a la escultura del barroco tardío, otros que bebió de las influencias de la escultura italiana, tanto la barroca, como de los ejemplos mas importantes la escultura renacentista.




Busto de bronce de Ignacio Vergara, autor: Fernando Miranda Casellas, 1858,
 Pl. del Temple, Valencia.



Independientemente, de sus estilos, está claro que fue un artista hijo de su tiempo. Dado por entero a la escultura, y por qué no decirlo también a su ciudad, a la ciudad del Turia, Valencia, de donde aprendió, tanto de su padre (Francisco Vergara), como de los maestros que se disponían a efectuar grandes obras en la ciudad. Por ejemplo la portada barroca de la catedral, con Conrad Rudolf y los más de 40 años que le costó terminar dicho proyecto. De ahí aprendió a trabajar la disposición abierta de la figura, donde todo parece estar entrelazado, como si esa especie de escenario teatral pidiera una acción que el escultor está dispuesto a otorgar a la piedra.
Bien sabemos que el escultor, al menos el escultor monumental barroco, no puede trabajar solo, y en el caso que más me ha llamado la atención se encuentra la portada de alabastro del Palacio del Marqués de Dos Aguas (1744). Para mí la mejor de sus obras. Y uno de los elementos artísticos que más me gustan de mi ciudad. En este trabajo de alto relieve tallado sobre alabastro, realiza una obra previamente diseñada por Hipólito Rovira (pintor y arquitecto, que es el encargado de la renovación del palacio de los marqueses.)






Vista del Palacio del Marqués de Dos Aguas, foto de 1870



Esta puerta, se convierte en la puerta principal del palacio. La hornacina de la parte superior, alberga la imagen de la Virgen del Rosario, patrona de la familia. Si los marqueses estaban fueran la hornacina permanecía cerrada, y si estaban en casa se abría, de modo que toda la ciudad sabían si los dueños estaban o no en casa.









Este trabajo se convertirá en toda una gran manifestación de intenciones, sobre el poderío de dicha familia. Una especie de gran cartel en relieve, que habla de los marqueses, de estas dos aguas, son estas figuras gigantes, como atlantes, o ríos. De sus tinajas nacen los ríos más importantes de Valencia, el Júcar y el Túria. Estos ríos flanquean la puerta, entras o sales pasando por ellos, con toda la carga simbólica que le puedas añadir. Si contemplas el material de cerca, ese alabastro, muy utilizado como ventanas, por su facilidad para traspasar la luz, aquí es como el agua, por donde también pasa la luz. Agua cristalina, como el alabastro. Y trabajado como si ese circular del cincel, dejara el remolino del cauce de estos dos ríos.
















Dentro de todo su complemento de grandes detalles, de animales salvajes (leones, cocodrilos, plantas, etc) representan la abundancia de bienes, y capacidad de sus dueños. Pero todos sabemos de la gran influencia de la que se impregnó en su época, la Fuente de los cuatro ríos de Bernini de 1651. Vergara vivía dentro del grupo de eruditos de la ciudad. La gente habla de lo que otros han contado, se sabe lo que se hace en otras partes del mundo, y Roma es una de las ciudades más importantes de esta época que no puede pasar desapercibida para los artistas de Valencia. Dentro de ese círculo de gente de gran cultura, en su época habría estado el mismo Patriarca Ribera, de él se sabe que se carteaba tanto con Bernini, como con el mismo Borromini, y hasta disponía de un zoo en una de sus alquerías de Alboraya. El cocodrilo, o el conocido por los valencianos como el drac del Patriarca, aún se pude apreciar en la pared de la entrada a la iglesia de dicho nombre.









La fuente de Bernini, de la plaza Navonna, bien al ser de bulto redondo, se adapta mejor a elaborar estos magníficos cuatro ríos. En el caso de la portada valenciana, al considerar que es un relieve, el uso de dos ríos es perfecto.




Esta portada, al estar a pié de calle, nos invita a detenernos, a apreciar mejor sus detalles. Pero sobretodo a intentar vivir un poco más tranquilos, y disfrutar contemplando la destreza del autor, y la gran fantasía de su diseño.







Solo quería mencionar el hecho de este aniversario, 300 años del nacimiento del escultor que realizó entre otras piezas importantes en la ciudad, esta maravillosa portada cuando tenía 29 años.
No se si desde el Museo Nacional de cerámica González Martí, para este año piensan realizar alguna exposición sobre este artista, o bien hacer algún seminario. Del mismo modo que desconozco si desde el Museo de Bellas Artes de Valencia, el antiguo San Pío V, sede de la Real Academia de San Carlos, se ha considerado hacer algún acto conmemorativo. Considerando que este escultor y su hermano José Vergara Gimeno, también pintor, fueron unos de los fundadores de dicha institución, al crear la Academia de Santa Bárbara.
Por otro lado me alegra saber que Turiart, ha planeado una ruta por las obras más importantes que hay en Valencia de Ignacio Vergara titulada: Tras los pasos del escultor valenciano. La celebración de un acontecimiento de este tipo bien merecen el reconocimiento de todos los que amamos nuestra ciudad, nuestra cultura y nuestra historia.

Felicidades Ignacio Vergara.